Desvelan que dormir poco o mal puede alimentar creencias conspirativas
Las personas con un sueño de mala calidad son más propensas a creer en explicaciones conspiratorias de los hechos, según un estudio de la Universidad de Nottingham que sugiere que mejorar el descanso podría reducir la vulnerabilidad a la desinformación.

Cuando no dormimos bien nos cuesta mucho afrontar las tareas cotidianas y cualquier contratiempo nos hace perder la paciencia, pero, además, si esta situación se mantiene en el tiempo puede tener graves consecuencias para la salud física y psicológica. De hecho, un nuevo estudio de la Universidad de Nottingham1 ha descubierto que las personas con un sueño de mala calidad son más propensas a creer en teorías de la conspiración, y que las alteraciones en el ánimo y en la actitud desempeñan un papel clave en esta relación.
Expertos de la Facultad de Psicología de esta universidad analizaron el vínculo entre la calidad del sueño y la creencia en teorías conspirativas mediante dos experimentos en los que participaron más de 1.000 personas. Sus hallazgos se han publicado en el Journal of Health Psychology2 y revelan que aquellas que habían experimentado un peor descanso durante el último mes eran más propensos a aceptar explicaciones conspirativas, especialmente tras exponerse a contenidos de este tipo.