Exponerte a frío intenso durante el día te puede ayudar a dormir mejor
La exposición al frío extremo mediante crioestimulación mejora el sueño y el estado de ánimo en jóvenes sanos, según revela un estudio en el que tras cinco sesiones consecutivas los participantes lograron un descanso más profundo y reparador.

Sabíamos que la exposición al frío o al calor se puede utilizar con el objetivo de mejorar la salud. Quién no ha visto a valientes zambullirse en aguas gélidas en pleno invierno y afirmar que les sienta fenomenal. También hay quien entrena aprovechando temperaturas bajo cero –como los que practican el friluftsliv– o, en el extremo contrario, toman saunas con regularidad para aprovechar sus efectos beneficiosos.
Un nuevo estudio ha revelado ahora que la exposición al frío extremo a diario mediante la crioestimulación corporal mejora la calidad del sueño y el estado de ánimo en hombres y mujeres jóvenes sanos. “El uso del frío con fines terapéuticos se remonta a la antigua Grecia”, afirma Olivier Dupuy, profesor asociado de la Escuela de Kinesiología y Ciencias de la Actividad Física de la Universidad de Montreal (UdeM), aunque añade: “todavía desconocemos la cantidad exacta de frío necesaria para lograr beneficios en el sueño”.
La investigación ha sido realizada por científicos de la Universidad de Montreal (Canadá) y la Universidad de Poitiers (Francia) y sus resultados se han publicado en la edición de diciembre de la revista Cryobiology, donde Dupuy y sus colegas de Poitiers, Laurent Bosquet y Benoit Dugué, explican cómo reclutaron a nueve mujeres y 11 hombres con una edad promedio de 23 años para participar en sesiones diarias de crioestimulación durante cinco días consecutivos. Luego, el experimento se repitió sin la crioestimulación para comparar sus efectos sobre el sueño.